viernes, 4 de diciembre de 2015

¿Por qué hoy no voy a ir a cenar a un italiano?

Como me propuse contaros tanto los triunfos como los desastres, tengo que confesaros que esta semana no ha acabado tan ideal como parecía.

Me he quedado a las puertas de un restaurante italiano. Iba a empezar el lunes pero parece que los chefs no hablan con los propietarios tanto como deberían.
yo saboreando Italia

La verdad es que, des del primer momento, el chef ya me pareció un poco zumbado, pero tenía esa locura en la mirada y en su forma de hablar que me llamaba la curiosidad (un poco a lo Dalí para que me entendáis). Pensé que ese hombre sacaría lo mejor y lo peor de mí y eso es genial para conocer tus límites.

Finalmente, ayer mientras estaba en clase recibí un mensaje del propietario anunciándome que no contratarían a nadie. Me llevé un chasco, aunque tampoco demasiado grande porque estaba en medio de una clase demostrativa de carpaccios que no le quitan la alegría a una ni pá atrás, hombre ya!

Yo después de zamparme los carpaccios
Así que nada, a seguir luchando por entrar en una cocina!

Un abrazo gastronautas!


PD: A ver si encuentro carne de canguro por Barcelona y os enseño como hacer carpaccio de canguro a la pimienta, porque sí señoras y señores, ayer para ahogar mis penas me puse fina de 8 platicos de diferentes carpaccios que hizo el maestro Juan Ruíz, un poco más y me llevo a este maestro a mi casa jeje. A vuestra salud! ;)

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