Su origen se encuentra entre el Oeste de Asia y la zona centro de Europa.
En la antigüedad, el apio lo usaban como planta ornamental en los funerales o para perfumar los templos y palacios griegos. No fue hasta la Edad Media
que se le consideró una hortaliza.
Tiene muy pocas
calorías, unas 25 por cada 100 gramos. De hecho, después del pepino, es la hortaliza con menos calorías. Y como éste, el apio es rico en agua, vitaminas y minerales.
El apio ayuda a combatir la bronquitis, la depresión, la diabetes,
la hipertensión, la fatiga, tonifica el sistema nervioso
central, entre muchísimos beneficios más.
Se le adjudican poderes afrodisíacos, ya que ayuda a
estimular las glándulas sexuales.
Se recomienda comerlo
en crudo para obtener su efecto digestivo,
diurético y depurativo; razón por la cual lo encontramos en las dietas de
adelgazamiento. Lo puedes añadir a las ensaladas o para acompañar el hummus.
Otra manera de consumirlo es en zumo. Yo suelo hacerme un zumo licuado de manzana, zanahoria y apio
y sienta estupendamente, te da un subidón como si te hubieras tomado un café.
Receta de zumo natural de apio, zanahoria y manzana:
- ½ ramita de apio
- 2 zanahorias
- 1,5 manzanas
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